Descripción general y beneficios neurológicos
Los libros de trazo son herramientas pedagógicas fundamentales para el desarrollo de las habilidades lectoescritoras en la infancia temprana y primaria. A través de ejercicios estructurados de dibujo, líneas, letras y números, se estimula no solo la coordinación motriz fina, sino también áreas clave del neurodesarrollo, como la atención, planificación motora, memoria visoespacial y procesamiento secuencial.

Desde el punto de vista neurológico, la práctica constante del trazo activa la corteza motora y premotora, los lóbulos frontales (responsables de la planificación y ejecución de movimientos), así como estructuras profundas como el cerebelo, crucial en la coordinación y el ritmo. Además, fortalece la integración visomotora, que es la capacidad del cerebro para coordinar lo que ve con lo que la mano ejecuta. Esta integración es esencial para el proceso de escritura, la lectura fluida y la comprensión.

El desarrollo progresivo del trazo, desde líneas simples hasta la escritura cursiva, permite una maduración gradual del sistema nervioso, contribuyendo a establecer las bases necesarias para una lectoescritura efectiva, fluida y automatizada.